Carlos Saura
Carlos Saura (Huesca, 1932) creció en Madrid y a los diecisiete años empezó a hacer fotografías. Se dedicó inicialmente a los estudios de ingeniería industrial, que pronto abandonó para ingresar en el Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas. No obstante, nunca abandonó su cámara fotográfica, que lo ha acompañado a lo largo de su brillante carrera como director de cine, iniciada con la película La caza (1956), un retrato en clave de la sociedad española bajo el gobierno de Franco. Tanto El jardín de las delicias (1972) como Ana y los lobos (1972) y La prima Angélica (1973) son mutiladas por la censura, incapaz de aceptar una obra que simboliza, según su autor, «los tres monstruos de España: la religiosidad pervertida, la sexualidad reprimida y el espíritu autoritario». Tras la muerte de Franco, Saura abandona el tema político. Su trilogía flamenca -Bodas de sangre (1981), Carmen (1983) y El amor brujo (1986)- reelabora historias clásicas y abre una fecunda relación con el bailarín Antonio Gades y su compañía. Otras películas (Ay Carmela!, El Sur, El Dorado, Deprisa, deprisa, Tango, Pajarico y Goya en Burdeos) lo han confirmado como un maestro del cine europeo.